Di-Simulaciones

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Introducción Di-Simulaciones

Los cuadros de la serie Di-Simulaciones (1997-1999) son como grandes dípticos: la superficie del cuadro dividida en dos partes muestra a un ángel en una parte, huesos de animales en la otra parte. Posicionados verticales en los cortes de los géneros y de las costuras y las lineas de los textos, se reflejan conexiones y pistas horizontales como flechas o rayos. El personaje espiritual, negociador entre el cielo y la tierra, rayo de luz, mensajero de la Divina Revelación reflejado en un cuerpo humano con alas y aureolado y en hermosa vestimenta; el ángel de la anunciación, como se le encuentra en inumerables pinturas occidentales. Lilian Moreno Sánchez lo integra en un medio contemporáneo. Este extraño ser siempre ha sido tema en las bellas artes, la literatura, la filosofía y la teología. Desciende desde un cielo presuntamente vacío como siempre lo ha hecho, un ángel, enigma de nuestros anhelos y deseos, apariencia, misterio, símbolo de la anunciación y de la esperanza. „Un ángel pasa…“, un signo de amor, un milagro. Nuestras fantasías sobre la diferencia en el ser se adhieren a esta imagen del ángel y en su reflejo podemos componer nuestra propia identidad.

Lo inmortal y lo mortal, la vida eterna y la muerte, quizás se pudiera interpretar de esta manera la confrontación entre la imagen angelical y los meros huesos. Pero al igual que los delicados huesos aparecen estabilizados por las costuras y las prótesis, asímismo aparece el ángel deteriorado dañado en su perfección a través de los cortes y los doblajes. „El ángel se confunde y no cumple con su tarea de elevarme“, es el texto en el cuadro V compuesto con un ángel de Jan van Eyck (por 1430). El ángel anhelado es reprochado por el ser humano. „Quiero que el ángel se curve por mi peso y se maldiga por el abyecto trabajo de cargar mi humano cuerpo.“ (cuadro III). Y en el cuadro IX pone: „El ángel se niega a llevarme sobre sus espaldas y me desprecia y me abandona en las peores encrucijadas que presentan los caminos.“ El ángel se calla. Su conexión con el hombre se ha cortado. Fragmentos irritantes sacados de libros de la artesanía del curtido hacen su aparencia y resaltan de extraña manera en el contexto del cuadro. „Además el cuero es grueso, firme y suave…“, se puede leer en el cuadro IV y en el cuadro I, que utiliza a un ángel de la anunciación de un artista anónimo del Munich del siglo 15: „Por medio de la conservación del cuero se detiene el crecimiento de las bactérias. El proceso de conservación debe ser cuidadosamente realizado para no producir daños en el cuero…“ En todos los cuadros de  esta serie falta la existencia del ser humano. El cuadro II por ejemplo, muestra al ángel en medio de dos girlandas de flores y flanqueado por dos huesos en posición vertical del mismo tamaño que él.

„El ser humano tiene que descender hacia abajo con los animales, las plantas, la naturaleza y ascender hacia arriba con los ángeles y los espíritus para volver a relacionarse con ellos“, dice Joseph Beuys y: „El animal es como si fuera un organo del ser humano y yendo más lejos de ahí también lo es la planta  y la tierra… también.“ Lilian Moreno Sánchez, se refiere en una conversación sobre el trabajo de Di-Simulaciones al testimonio sobre la definición del arte de Beuys, al cual se siente ligada. Para Beuys es el arte un medio, „romper la isolación (del ser humano) y encontrar la verdad de las relaciones globales.“

Petra Giloy-Hirtz

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