Introducción Tengo Sed – Mich dürstet
Lo primero que se deja percibir es la dinámica oscilante de los generosos tamaños verticales con imágenes lineales fuertes y por último la sorpresa de la energía artística con que Lilian Moreno Sánchez en su serie de dibujos TENGO SED deja manifestar. Es como si la artísta hubiese dejado de lado por un momento gran parte de su repertorio de los últimos años y extraído los dibujos desde la meticulosa composición trenzada de materiales y técnicas para lograr un nuevo espacio. Gestos soberanos recorren con gran libertad el espacio de la obra. Las estructuras se dejan ver superpuestas, concentradas y volátiles. De la limitación del papel, lápiz carbón y lápiz pastel nacen inmensos formatos sobre hojas de papel.
Paso a paso nos movemos con la certeza de la observación que a pesar del efecto estético de la obra gráfica, ella no trata sobre arabescos florales y que tampoco está basada en un juego de formas intuitivas. Detalles anatómicos se dejan reconocer; huesos, vértebras, articulaciones. Así desde esta ejecución unida que se deshata, reclama la obra su desarrollo en el espacio. Estos detalles no se dejan arrestar en su función original, ni tampoco dejan reconstruir las heridas y deformaciones. Los fragmentos del esqueleto han desarrollado su propia vida.
También esta nueva serie está basada en radiografías. Así se desarrolla el desprendimiento de los dibujos, este impulso imaginario de la artísta está avivado por el enfrentamiento concreto con las imágenes radiológicas que muestran órganos destruidos, extremidades que funcionan inútilmente, cabezas peligrosamente perforadas, las que a su vez indirectamente dejan ver la desarmonía, tales como el hambre y otras carencias. Esta falta a la que se refiere la artísta a través del título „Tengo sed“ – una de las últimas 7 palabras de Jesús Cristo en la cruz – „no es la Sed de agua, sino de consuelo, de esperanza, y de amor del ser humano por el ser humano“.
Birgit Höppl